Uno de los objetivos más importantes que debe tener cualquier padre o educador, es favorecer y promover la autorealización del niño, para ello primero, y tal y como explica Maslow en su pirámide de necesidades, se deben satisfacer sus necesidades primarias o fisiológicas ( como por ejemplo la alimentación o el descanso), de seguridad, de pertenencia o afiliación y de amor.
Una persona autorealizada es una persona madura, equilibrada, autosuficiente, positiva, auténtica, con un proyecto de vida,que vive el presente, que no tiene miedo a lo desconocido, que cree en el ser humano, en la verdad, la bondad y la belleza, etc.
Pero ¿ Cómo podemos educar a nuestros hijos para que se conviertan en personas autorealizadas? Bernabé Tierno en su libro " Valores humanos" nos da unos valiosos consejos:
1) Para que tu hijo aprenda a ser él mismo, permítele tanta libertad cuanta sea posible con arreglo a su edad y que sea capaz de tener decisiones propias y elegir entre varias opciones, siempre que no peligre su seguridad.
2) La naturaleza está plagada de vida y de enseñanzas. Pon a tu hijo en contacto con los animales, las plantas y los fenómenos naturales. Que disfrute del sol y de la lluvia. del valle, de la montaña y del arroyo y llene todo su ser de naturaleza y de vida.
3) Transmite a tus hijos la certeza de que jamás está todo perdido, que siempre hay alternativas y que se logra el éxito en la medida en que sabemos aprovechar los fracasos y no perdemos ni un instante en lamentaciones y derrotismo.
4) Elogia y alienta todas las buenas acciones más o menos meritorias de cada día y enseña a tus hijos a felicitarse y sentirse dichosos tras cada esfuerzo y conducta positiva. El niño que comparte hoy sus juguetes con otros niños o que se atreve a defender a un compañero maltratado, es el hombre del mañana cuyo proyecto de vida será hacer el bien a los demás.
5) Enseña a tus hijos el autocontrol y dominio de sí mismos con tu ejemplo. Cada vez que vengan a ti llenos de ira, con conductas violentas o caprichosas, niégate a entablar discusión alguna con estas palabras: «Sólo cuando estés calmado y tranquilo, podremos hablar y entendernos. Jamás hablaré contigo si no estás sereno y dispuesto a respetarme como yo te respeto.» A los niños pequeños invítales a retirarse a su habitación mientras se calman sus nervios y se tranquilizan. No admitas el diálogo, si no es con serenidad, respeto mutuo y modales civilizados.
6) Comenta con tus hijos la belleza de las buenas acciones, habla con ellos de los valores y de la necesidad de cultivar las necesidades superiores de bondad. belleza, verdad, amabilidad y de cómo se puede encontrar la auténtica felicidad disfrutando cada día haciendo el bien y realizando el propio proyecto de vida.
7) Somos lo que son nuestros pensamientos. Enseña con tus actitudes y tu vida a tus hijos a pensar siempre de manera positiva y esperanzada. Como dice O. S. Marden, «el pensamiento recto y placentero es germen de salud y prosperidad y factor de éxito». 8) Enséñales a sentirse orgullosos de si mismos, por ser únicos e irrepetibles. Que respeten su propia individualidad y a prendan a tener criterio de personalidad, a salir de la manada y tomar sus propios derroteros.
9) La paz consigo mismo no tiene precio. Cada uno de nosotros, por ser personas, somos más importantes que todas las cosas por valiosas que sean. Que nuestros hijos aprendan que las personas siempre son más importantes que las cosas.
10) No permitas a tus hijos que les sea rentable manipularte, sacarte de quicio, chantajearte, obligarte a castigarles o a responderles con actos violentos. Ignóralos cuando así se comporten, apártate, tómate tu tiempo y responde siempre con una actitud equilibrada, con calma y dominio de la situación.
11) Jamás mientas a tus hijos. Sé veraz y auténtico y alábales siempre por ser sinceros, por decir la verdad, aunque las circunstancias no les sean favorables, por haber elegido ser fieles a sí mismos.
12) Reduce al mínimo el número de exigencias, mandatos y normas. No les agobies ni atosigues constantemente. Permíteles aprender por sí mismos de sus propias experiencias.
13) Enséñales a ser generosos y altruistas, a olvidarse un poco de sí mismos y pensar en los demás, a dar de lo que les sobra, a compartir lo que tienen, a ayudar a los más necesitados en alegre actitud de servicio.
14) Respeta su intimidad, sus cosas, su mesa de estudio, su correspondencia... y enséñales a respetar a los demás y su intimidad.
Hola,
ResponderEliminarun libro altamente recomendable (son varios tomos). Su valor sigue vigente hoy día pues es una asignatura pendiente del ser humano.
Aquí puede echarse un vistazo al libro, si le interesa a alguién:
http://es.scribd.com/doc/32386749/Tierno-Bernabe-Valores-humanos
Un cordial saludo,
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